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La montanera es un tiempo esencial para el cerdo ibérico. Es un periodo temporal que cada año se prolonga entre los meses de octubre y marzo. Durante el ciclo indicado, el animal está en contacto permanente con la naturaleza, se integra perfectamente en un escenario adaptado a sus necesidades de crecimiento. Ten en cuenta, que el pasto y la bellota ocupan un lugar destacado en su alimentación diaria. Por ello, la montanera es una fase definitiva de la crianza, ya que el cerdo ibérico alcanza el peso ideal. Durante el otoño y el invierno, el animal pasta con libertad en el entorno natural y engorda de forma significativa. En algunos casos, puede llegar a duplicar su peso inicial.

Alimentación de los cerdos en la montanera

las bellotas y la montanera

La bellota, es el alimento más representativo de la montanera. Cae desde lo alto de los árboles durante el otoño y es entonces cuando se encuentra en un excelente momento de maduración y de sabor. El animal tiene una agradable rutina en la dehesa, es decir, disfruta de un hogar con una gran riqueza natural y numerosos árboles, principalmente el alcornoque y la encina adquieren una gran visibilidad en el paisaje. En la dehesa también es posible localizar quejigo. Los árboles que hemos enumerado son diferentes, pero tienen un aspecto en común: dan buenos frutos. Enriquecen el espacio con distintas variedades de bellota, que será el elemento protagonista en este proceso.

El animal engorda de una forma totalmente tradicional y, además, coge peso a su propio ritmo. En ocasiones, puede llegar a engordar alrededor de un kilo al día. ¿Cómo transcurre su rutina? Se alimenta, bebe agua, se mueve y duerme. En definitiva, se encuentra en un espacio relajante en el que realiza ejercicio. El tiempo en la dehesa crea las circunstancias ideales para los últimos días de vida del animal. No olvides que las condiciones en las que se desarrolla este periodo influyen de forma positiva en la calidad y el sabor de la carne.Conviene señalar que los espacios en los que se desarrolla la montanera no tienen otro tipo de actividad. Por tanto, esta es su finalidad principal.

El entorno y la alimentación

El entorno también está enriquecido con otros arbustos y hierba. El cerdo ibérico se alimenta con los recursos naturales presentes en la zona. Disfruta de un entorno de grandes dimensiones en donde se mueve con total libertad sin experimentar ningún tipo de obstáculo. Pero, además, su presencia en el lugar produce un efecto positivo en el cuidado del medioambiente. Su interacción con el entorno favorece su protección y conservación. Por una parte, los animales experimentan un engorde natural, ya que aprovechan los bienes que tienen a su alcance. Una alimentación de calidad influye, a su vez, en el excelente sabor del jamón ibérico. Por otra parte, el tiempo que el cerdo pasa en la dehesa, durante el otoño y el invierno, es esencial para que alcance las propiedades y cualidades deseadas para elaborar un buen producto. De este modo, el paraje natural alcanza un verdadero equilibrio porque es gestionado de una manera verdaderamente sostenible y respetuosa.

Aunque la montanera se sitúa generalmente entre el otoño y el invierno, es un periodo que está muy condicionado por factores climatológicos, principalmente la temperatura y la lluvia. Existen variables ambientales que pueden producir algunas modificaciones en el ritmo de maduración de las bellotas. Las cualidades y propiedades de la bellota suponen una esencia única al jamón ibérico. ¿Y cuáles son sus componentes más destacados? Posee ácido oleico y tiene un alto porcentaje de hidratos de carbono. Con anterioridad a este momento, los animales han sido cuidados y alimentados en granjas. Pero en la dehesa encuentran diferentes variedades de bellotas, tanto las dulces como las amargas.

El porquero realiza una labor muy importante durante este tiempo

Es cierto que los animales disfrutan de un espacio de libertad que propicia la actividad y el libre movimiento. Y encuentran grandes cantidades de alimento para comer y engordar de forma tradicional. Pero no están solos durante la etapa de la montanera, sino que son cuidados, guiados y acompañados por el porquero. El porquero es el profesional que identifica aquellas zonas en las que los recursos naturales son más abundantes en la dehesa y realiza un seguimiento diario de la evolución de los animales. A través de su labor puede facilitar la búsqueda de bellotas maduras para los cerdos.

Otras curiosidades del fin de la montanera

Es habitual que el cerdo ya haya cumplido su primer año o que se encuentre próximo a los doce meses. A lo largo del otoño y el invierno aumenta su peso. Por ello, en la etapa inicial de esta fase es más ágil para explorar todos los rincones del entorno natural que le rodea. Durante las últimas semanas, por el contrario, prioriza su interacción con las zonas más accesibles porque ya ha incrementado su volumen de forma significativa. Disfrutan del sabor de otros ingredientes silvestres y de algunas plantas aromáticas que se sitúan en el entorno.

En nuestra empresa somos conscientes de la importancia que tiene la montanera para el cerdo ibérico. Es un ciclo que se repite cada año y que está directamente vinculado con el ritmo de maduración de la bellota. En Ibéricos Montesano puedes encontrar productos de la máxima calidad: jamones, paletas y embutidos ibéricos. Presentamos una variada selección de productos en diferentes formatos para que degustes una experiencia gastronómica incomparable.