fbpx

Cada navidad se compone de momentos únicos compartidos en familia. Nos aproximamos a esa época del año destinada al reencuentro con nuestros seres queridos alrededor de una mesa repleta de comida. Aunque los platos tradicionales cocinados durante las navidades varían dependiendo de la región donde nos encontremos, algo que no puede faltar en ninguna comida o cena de navidad española es el jamón o la paleta ibéricos.

En Ibéricos Montesano queremos que te corones como el mejor anfitrión navideño con un plato de jamón que tus invitados no puedan olvidar. Por eso, te traemos una serie de consejos para que elijas un jamón o paleta de calidad y acorde a tus preferencias. 

Antes de empezar, como ya explicamos en el post anterior “Todo lo que debes saber para elegir tu ibérico”, las bridas y etiquetas de las paletas y jamones ibéricos son los principales elementos a tener en cuenta para identificar los diferentes tipos de piezas. 

bridas jamon iberico

Aun así, es importante recordar que el mejor jamón o paleta no tiene por qué ser el más caro o aquel que mayor porcentaje de raza ibérica tenga, sino el que más se adapte a tus gustos y los de las personas con las que lo compartas. Es por esto que, más allá del etiquetado, queremos mostrarte una serie de aspectos en los que debes fijarte para saber si te encuentras ante tu producto perfecto.

Diferencias entre el jamón y la paleta ibéricos

En primer lugar, es importante resolver una de las principales dudas que tienen muchas personas cuando llega el momento de comprar: ¿en qué se distinguen realmente la paleta y el jamón?

El primer elemento diferenciador es la parte del cuerpo de donde se extrae cada pieza. Los jamones ibéricos pertenecen a las extremidades traseras del cerdo, mientras que las paletas corresponden a sus extremidades delanteras. De esta forma, el jamón es más grande, con un peso que oscila entre los 6,5 y los 10 kg. Por el contrario, las paletas pesan entre 4,5 y 6,5 kg, aproximadamente. Que se acerquen más a una cifra u otra dependerá del peso que alcance el cerdo durante la montanera. 

Una vez aclarado esto, la siguiente pregunta que surge es: ¿Cuál es mejor?. Pese a la creencia popular, lo cierto es que el jamón no es mejor que la paleta, sino que se trata de productos distintos con peculiaridades que atraen a diferentes preferencias. 

La paleta suele ser más sabrosa, con un gusto más intenso. El motivo es que las patas delanteras del cerdo tienen menos carne y esta se encuentra más cercana al hueso, aspecto que acelera el proceso de curación. Por tanto, si tu paladar está acostumbrado a sabores fuertes y curados, te recomendamos que optes por una paletilla estas navidades. En cambio, si prefieres un sabor suave, es mejor que escojas una pieza de jamón. 

Aparte del sabor, es importante tener en cuenta cuántas personas van a disfrutar de la pieza. Es probable que si sois muchos en las comidas y cenas de navidad, prefieras comprar un jamón, ya que son más grandes. Por el contrario, para pocos comensales es preferible decantarse por la paleta.

Aun así, si sabes que no vas a consumir una pieza entera estas Navidades, pero sigues queriendo disfrutar de un buen jamón o paleta ibéricos, recuerda que también puedes comprar el producto cortado a mano y envasado al vacío. De esta forma, puedes mantener los paquetes cerrados hasta tres meses conservando todas sus propiedades.  

Consejos para elegir un buen jamón o paleta

Detalles en el aspecto externo de las piezas

La característica que mejor diferencia a un jamón de calidad es que la pata – concretamente la zona de la caña y el jarrete – sea alargada y fina. De igual manera, interesa que la pezuña esté desgastada, ya que esto significa que el cerdo ibérico ha pasado mucho tiempo caminando en el campo. 

Otro aspecto que debemos observar con detenimiento es la superficie. La piel arrugada es signo de que la pieza ha terminado el proceso de curación y, por tanto, la grasa está muy próxima a la carne. Sin embargo, no debe haber hendiduras, ya que esto indica un exceso de curación y, en ese caso, nos encontramos ante una pieza reseca. En cuanto a la textura, si la superficie es suave y sedosa, esto significa que la grasa está curada. 

Detalles en el aspecto interno de las piezas 

Aunque el aspecto externo de las piezas ya nos da algunas pistas acerca de la calidad del jamón o la paleta, para saber si se trata de un buen producto o no lo mejor es ver cómo es por dentro. Esto no es posible si se compra la pieza entera, pero en algunos casos se puede observar en algún otro jamón del mismo lote que esté abierto. 

La grasa es el elemento que nos dará las pistas necesarias. El color dorado del tocino significa que el cerdo ibérico se crió en libertad y fue alimentado con bellotas. Además, si tienes la oportunidad de probar el jamón antes de comprarlo, comprueba su textura. Es muy buena señal si tocamos la grasa con la yema de los dedos y esta es blanda, oleosa y se hunde fácilmente. 

Mejor momento para comprar tu jamón o paleta

Ahora que ya tienes toda la información necesaria para distinguir un jamón o paleta de calidad estas navidades, ha llegado el momento de proceder a la acción. La pregunta es: ¿Cuándo es el mejor momento para comprar?

Para las piezas enteras es preferible hacerlo una o varias semanas antes de las fechas señaladas. Si haces tu compra online a través de la tienda de Ibéricos Montesano, recibirás tu pedido en casa en menos de 5 días.

En cambio, los packs loncheados y envasados al vacío puedes adquirirlos desde ya mismo, debido a que su periodo de conservación es mayor. 

Esperamos que todos estos consejos te ayuden a elegir la paleta o jamón perfecto para estas fiestas. A pesar de esto, si sigues teniendo dudas sobre qué tipo de producto escoger, puedes reservar una cita en nuestra web para tener una videollamada en directo con alguno de nuestros expertos en jamones y paletas ibéricas, que te asesorará para que escojas el ibérico perfecto para ti y tus invitados. 

Recetas con jamón o paleta para estas navidades

Para finalizar, te dejamos un menú de recetas con ibéricos para que desarrolles tu creatividad en la cocina esta Navidad. 

Aperitivos

Mini hojaldres rellenos con jamón, queso y bechamel:

Ingredientes (para 4 personas):

Preparación: 

Empieza picando la cebolla y ponla en la sartén con un poco de aceite y sal. Mientras esperas a que se dore, corta el queso y el jamón ibérico a dados. En cuanto la cebolla esté pochada, añade el jamón. 

Para la bechamel, echa un poco de aceite en una olla, añade la harina, remueve y ve incorporando la leche. Cuando todo vaya cogiendo consistencia, incorpora el queso, el jamón y la cebolla y sigue removiendo. 

Cuando esté todo bien mezclado, rellena los hojaldres y mételos en el horno 5 minutos. 

Primer plato

Crema de calabacín con jamón crujiente 

Ingredientes (para 4 personas):

  • 2 calabacines
  • Medio puerro
  • 3 patatas medianas
  • 1,5 cucharadas de mantequilla
  • 350 ml de caldo de verdura
  • 150 ml de nata para cocinar
  • 4 lonchas de paleta de bellota 100% ibérica Montesano
  • Sal, pimienta, nuez moscada y cebollino

Preparación:

Lavamos, pelamos y cortamos las verduras en dados. Ponemos una olla a fuego medio y añadimos la verdura junto con la mantequilla, rehogando a fuego bajo durante 5 o 6 minutos. 

Vertemos el caldo y dejamos cocer hasta que la verdura quede blanda. Agregamos la sal, la pimienta y la nuez moscada al gusto. Trituramos todo con la batidora y vertemos la nata. 

Para hacer el jamón crujiente, preparamos una placa con papel de horno y lo metemos 15 minutos a 180º C. Una vez listo, emplatamos la crema de calabacín y le añadimos el jamón y el cebollino.

Plato principal 

Cocido ¡un clásico!

Ingredientes (para 4 personas):

Preparación:

Coloca los garbanzos en un bol, cúbrelos con agua y déjalos en remojo durante toda la noche. Pasado ese tiempo, escrúpulos, colócalos en una red y resérvalos. 

Pon 2 litros y medio de agua en una olla y añade la morcilla, el tocino, el jamón y el hueso. Sazona, pon a calentar y cuando empiece a hervir, retira la espuma, mete los garbanzos y quita la espuma de nuevo. Tapa y cuécelo todo durante 30 minutos.

Abre la olla, vierte un poco del caldo en otra cazuela y ponlo a calentar. Pica el repollo e introdúcelo en la cazuela junto con el chorizo. Sazona y cuece todo con la tapa puesta durante 15 minutos.

Pela las patatas y las zanahorias e introducelas a la olla de los garbanzos junto con el muslo de pollo. Tapa de nuevo y cuece todo durante 10 minutos más.

Lamina los ajos y fríelos en una sartén. 

Para terminar, sirve en una fuente de gran tamaño, espolvorea con los ajos y el perejil picado, riega el plato y sirve el cocido.